Serie: Educación Financiera (4)
La potenciación
financiera requiere de la aplicación de algunas técnicas o normas que son
determinantes en la sostenibilidad del éxito financiero; algunos autores nos
hablan de una norma que han denominado “la suma de cinco”; esta norma establece
que: “si las cinco personas juntas, con las que está tratando
financieramente hacen menos dinero que usted, entonces es el momento de
encontrar nuevos colaboradores financieros”. El propósito de esta
norma es, que usted se mantenga dinámico y garantizar que no se quede estancado
en la rutina cuando haya logrado un mínimo de éxito, sino que siga mejorando y
siga avanzando en su crecimiento financiero. Reiterando el concepto, “la
suma de cinco” afirma que, si sus ingresos son la suma total de las cinco
personas más cercanas a usted financieramente; es decir, si las cinco personas
más destacadas con las que usted se relaciona financieramente ganan menos
dinero que usted, entonces es hora de que encuentre más colaboradores o
personas para alianzas de negocios.
Para analizar el enunciado
de “la suma de los cinco”, no se debe tomar de manera literal. Lo que
realmente quiere decir es que, en una colaboración de negocios o empresarial
con varias personas, usted debe estar atento a lo que ganan las cinco personas
más cercanas a usted, aunque en este caso, lo importante no es el número
absoluto, pues el número cinco es irrelevante. Usted debe fijarse en las
personas con las que trata en todo momento. Si las personas con las que se
relaciona ganan más dinero que usted, debe hacer un esfuerzo mayor hasta
alcanzar su nivel. Pero si todos ganan menos dinero que usted, significa que ha
llegado a un punto de estancamiento y ahora tiene que encontrar más gente con
la cual tener una relación financiera.
Algunas personas
parecen cuestionar esta norma y hasta verla con escepticismo, tal vez hasta
egoísta; sin embargo, lo que pretende la misma es crear un sentimiento de
necesidad de crecimiento, versus el estancamiento, algo inaceptable en
educación financiera, pues, como la salud física, si la salud financiera se
descuida, ésta decae y puede llegar a niveles de peligro. Aceptemos que crecer
es una obligación y necesitamos de normas y técnicas para lograrlo. Con mucha frecuencia
es necesario cambiar las circunstancias que nos rodean, pues tendemos
constantemente a vivir en la misma situación, lo que se llama mantenerse en la
zona de confort, sin intentar dar el salto siguiente y, este es un grave error.
Crecer financieramente, requiere de una mejora, generalmente en todas las situaciones y circunstancias que nos rodean; incluso, si ello es necesario, cambiar el conjunto de personas con las que normalmente tratamos, en términos de negocios. El éxito implica dejar atrás muchas cosas, aún aquellas que en algún momento han sido parte del éxito y nos han dado satisfacción. Y lo que esto significa es que no debemos aferrarnos a las cosas del pasado, sino que debemos avanzar, pensando siempre en cosas mejores. En el momento que creamos que hemos crecido lo suficiente, que estamos en la cumbre de nuestra economía, es el momento en que empezamos a descender peligrosamente.
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