Serie: Educación financiera (7)
La capacitación
financiera en nuestras vidas, empieza antes de lo que pensamos y ésta es una
aventura de mucho tiempo y continua. No es a determinada edad, cuando pensamos
en una carrera que empieza nuestra educación, que ésta empieza; es justo cuando
tenemos edad escolar e iniciamos nuestro viaje en la escuela. Podría ser
incluso antes, cuando nuestros padres nos enseñaban diferenciar entre una cosa
y otra. Mucha de esa información y de las preguntas que de niños formulamos, es una recopilación de información
con rumbo a educar y posibles pasos que nos servirían para empoderarnos
financieramente. Pero ¿qué es la
educación sino una forma de capacitarnos en todos los sentidos? Y esto incluye,
también, el mundo financiero.
Cuando las personas buscan trabajo, recurren,
por lo general, a sus calificaciones educativas; cuando, se presentan a una feria
de empleo, aplican para freelancers o, incluso, cuando solicitan ayuda
financiera para un negocio, proyecto o emprendimiento utilizan sus
calificaciones como referencia. La calificación educativa es, en muchos casos,
una forma de garantía; algo con lo que las personas juzgan de forma abstracta, su
valor financiero. Si tiene una calificación alta, asumen que puede salir
adelante y, así, asumen mayor riesgo para una mayor ayuda financiera para sus
proyectos. También podrían invertir en sus negocios porque lo consideran un
candidato apto para trabajar con su dinero.
Sin embargo, dado todo lo anterior, es
importante aprender lo máximo posible. Se dice que una de las primeras cosas
que hizo Barack Obama cuando fue electo presidente de los Estados Unidos fue
hacer un llamado al pueblo para que "volviera a la escuela"; claro
que no se refería a volver físicamente, sino que a seguir aprendiendo.
Cuando íbamos a la
escuela, aprendíamos cosas nuevas cada día. En la escuela, enriquecíamos
nuestras mentes día tras día para convertirnos en lo que hoy somos. Pero, pareciera
que, en muchos casos, este proceso de llegar a lo que hoy somos, se ha detenido;
pues parece, también, que algunas personas piensan que su edad de aprendizaje
ha terminado y no es así. Necesitamos educarnos continuamente, hasta el último
día de nuestra vida y seguir mejorando y creciendo en el conocimiento.
Entre más nos educamos, no sólo aprendemos
mejores formas para ganar dinero, también aprendemos a administrar el dinero
adecuadamente para que éste siga creciendo. Ninguna forma de educación debe causarnos
temor y no hay edad en la que no se pueda empezar a aprender algo. El
crecimiento a través de la educación y del conocimiento son necesarios en
nuestra capacitación y potenciación financiera.
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